Perdemos un promedio de 5% de masa muscular cada década después de los 30 años. Sólo podemos hacer una cosa para evitar eso… ENTRENAR FUERZA.
El ejercicio físico no es opcional, ni siquiera en la tercera edad, es una necesidad biológica.
En ausencia de estímulos adecuados, la musculatura y huesos se atrofian, el sistema cardiovascular se debilita, el sistema inmune es menos efectivo… Nuestra biología requiere de él suficiente ejercicio físico para funcionar con normalidad.
El músculo es mucho más que un tema estético, es una fuente de juventud. ¿Cuáles son los beneficios de este tejido?
– mejora la regulación de glucosa
– mejora la sensibilidad a la insulina
– mejor función cognitiva
– mejor salud ósea
– menor riesgo de hospitalización por covid
– mayor gasto energético
– mejor recuperación y supervivencia en paciente oncológico
Mejorar nuestra masa y función muscular tiene un impacto muy muy beneficioso en nuestra salud.
Este es mi abuelo, hace 3 años sufrió un ictus. Durante 2 semanas completas, estuvo en el hospital ingresado sin movilización. Y era infinitamente importante la movilización, y que esas conexiones neuronales siguieran usándose para que no perdieran su camino.
Fuimos nosotros quienes nos llevamos gomas y trabajamos ejercicios de fuerza. Ningún médico o enfermero, informó ni reparó en lo importante que era el ejercicio para el cuerpo y la mente en una persona que había sufrido un ictus.
Hoy, ahora, ¡ahí lo tenéis! dice que le duele TODO, pero se ha dado cuenta de que se siente más fuerte y confiado, y también que le duele más estar sentado.
PD. Tiene 91 años… hay lo dejo
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